Audiopoema Gólgota y Lucero

miércoles, 18 de marzo de 2009

CASAS COLGADAS


¿Has visto alguna vez Casas Colgadas,
que, burlando materia y precipicio,
perduren, sin fisura ni resquicio,
por la diestra de Venus diseñadas?

¿Habrán sido de tal suerte labradas,
que subsista sin merma el edificio?
¿Será un mundo real? ¿Será artificio?
¿O ilusorio poder de las miradas?

¡Helas ahí! Voladas sobre el puente,
al aire transparente y delicado,
admiración y goce permanente.

Vestigio de las glorias del pasado,
cultura y patrimonio del presente,
un presente sin tiempo, inacabado.

AMOR HUMANO

Cuando el rigor del frío ya ha pasado,
y la nieve invernal se ha consumido,
ave viajera en busca de su nido,
tu amor llegó, cual fruto perfumado.

Sincero amor, sentido y delicado,
arpegio de violín, ayer dormido,
que despierto renueva su latido
para mi corazón enamorado.

Como el alegre encanto de tu risa,
como el alegre trino en la enramada,
como caricia dulce de la brisa.

Tierno y cercano amor en tu mirada,
tierno y cercano amor en tu sonrisa,
cercano y tierno amor en la alborada.

BARRIO DE LA LUZ


Foto: Jesús Cañas del Pozo
http://www.flickr.com/photos/bancero/


En las ondas la quilla de Mangana,
luna dormida riela en la corriente,
y el murmullo del viento persistente,
que la fronda del Júcar engalana.

Escucha el son del agua tramontana,
que rodando discurre bajo el puente,
luego admira la luz fosforescente,
a la vista, luciérnaga lejana.

Contempla verdes pinos con capuces,
que agotados ascienden en hilera,
penitentes, al cerro de las cruces.

Blanco barrio tendido en la ladera,
trigueña Luz y Madre de las luces,
donde Cuenca se vio por vez primera.

martes, 3 de marzo de 2009

¡A LOS ÁRBOLES… CIUDADANOS!


(Soneto dedicado a la Federación de clubes Conocer y Proteger la Naturaleza -CPN- para su campaña del mismo nombre)


¿Alienta con vigor ciudad alguna,
que no tenga un lugar verde y florido?
¿Alienta quien la viva enmudecido
deshecho en soledad, noche sin luna?

Si existe esa ciudad tan importuna,
será presa de abrojos y de olvido,
fosa común, sepulcro enmohecido,
más triste y desolada que ninguna.

Agoniza el albor, la luz no irisa
las ramas donde anida el ruiseñor.
No hay rumor de los duendes en la brisa,

ni la suave caricia del frescor,
ni el candor y la cálida sonrisa,
desnuda compañera del amor.