En mi mente, fugaz como centella,
despierta colorida mariposa,
moviéndose veleta y caprichosa,
cual titilar nervioso de una estrella.
Arco iris, fuente de luz que destella
en vanidoso volar, ya se posa
sobre el pétalo blanco de una rosa,
ya luce rocío y alba la bella.
Ala sutil con lujo diseñada,
brillo multicolor nunca sentido,
finura de pintor jamás usada.
De flor en flor, su néctar preferido,
entre pinos se pierde su volada,
y yo me quedo absorto y confundido.
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